viernes, 14 de octubre de 2011

Más cerca del final

San Salvador 1 de octubre de 2011.

Más cerca del final.

Hay un día en la vida, que puede ser cualquier día de nuestro otoño, que despertamos con aquella certeza absoluta clavada en el corazón y la mente: estoy más cerca del final que del principio.

Y entonces, empezamos a recordar nuestra vida, los primeros anhelos, los primeros amores, todo lo que un día fue primero y que sólo puede serlo una vez. Luego sobre los sueños incumplidos, las amistades abandonadas en el largo camino a Ítaca; los amores que no pudieron ser y que se quedaron enredados en la maraña de nuestras indecisiones y de nuestra larga cadena de días sin sentido, pero también los logros, las alegrías, los perfectos encuentros, aquellos que cambiaron nuestras vidas aunque no cristalizaron según las reglas de nuestra imperfecta sociedad. También empezamos a pensar en aquellas circunstancias, hechos, amores que pueden ser los últimos de nuestra vida y entonces nos damos cuenta, como Séneca, de la brevedad de la vida.

Pienso en la incesante busca de la felicidad, en mi incansable búsqueda de Dios desde mis juveniles días, la inquebrantable Fe en Él que me ha acompañado durante toda la vida, la desesperada y descorazonadora lucha librada para comprender el mundo y sus circunstancias, frustrante, dolorosa, soñando imposibles sobre la dignidad y la justicia, queriendo creer apasionadamente en la humanidad del hombre. Luego el viaje de regreso. Al final de mi vida he descubierto con asombro presentido, que mis búsquedas han sido en vano, desde cierta perspectiva por supuesto, porque sin ellas, no hubiera sabido jamás que Dios está muy cerca: en el centro mismo de mi corazón. Y eso ha sido gratificante, dulcemente consolador. Como decepcionante ha sido comprobar la estela de odio, violencia, injusticia y engaño que los pervertidores de la Fe han dejado a través de los siglos en la historia del hombre y en la actualidad, en donde la mayoría de los conflictos, o son de origen económico o religioso. Afortunadamente Dios se sobrepone nítidamente a estas contingencias humanas.

Pero no sólo a Él logré encontrar en fondo de mi corazón; he comprendido además y esto sí, absolutamente sorprendido, causándome una gozosa estupefacción, que sobre la vida, sobre nosotros, flota una magia que transforma la existencia de acuerdo a principios que no provienen del raciocinio, de la inteligencia, sino de la bondad de nuestro pensamiento y accionar, lástima que lo supe tan tarde, porque la bondad transforma la vida en una verdad rotunda, manifiesta, porque nos integramos al Universo de forma armónica, feliz y logramos la paz del espíritu y la dulzura y certeza de saber que una vida es suficiente para ser, crear y trascender.

Estoy más cerca del final que del principio, pero todavía tengo la suficiente magia, la bondad, para ayudar a los demás, a los que se dejan ayudar, ese, es mi propósito final.

LSR

1 comentario:

  1. Todo cambia, todo esta relacionado, nada es eterno; vive atento. Creo que en la medida que he ido entendiendolo, me he dado cuenta el verdadero significado del Presente : un regalo.

    Excelente post !

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