domingo, 23 de diciembre de 2012

San Salvador, 21 de diciembre de 2012.

A mi país.
A mis amigos.

Los años nos enseñan que mientras más caminamos por el camino de la vida, más nos muestra el sentido real de nuestra existencia; en estos últimos años me he reencontrado conmigo mismo, me deslumbró una Iluminación que no esperaba y además Dios me dio un tiempo extra. Yo he hecho y haré lo que tengo que hacer para corresponderle; lo estoy haciendo y siento que los últimos años de mi vida he sido realmente feliz. Mis grandes amores, mis tesoros, están conmigo, es decir mi familia y los que me quieren, sobretodo su esencia, la parte íntima de su alma, que en realidad es lo importante; por ello mi espíritu está fuerte y mi alma en paz, Dios me ha dado en esta vida todo, quizás más de lo que merezco, Él sabrá por qué, pero me ha librado de los apegos, esto es una bendición invaluable, pues las posesiones físicas nos atan a las circunstancias de la vida creando apegos que distorsionan nuestra visión de la realidad y nos roban la libertad. No es que me haya librado de la infelicidad ni del mal, en absoluto, pero el peso de la felicidad y de la satisfacción es tan grande y poderoso que puedo hablar con propiedad de una vida feliz, plena, productiva, creativa, en la cual impera la bondad y la solidaridad. He encontrado en el amor al prójimo una fascinación que ha modulado mi vida y le ha dado un sentido muy humano, muy profundo a mi existencia.

Esta tierra que tanto he amado, amo y amaré, por el contrario, a la deriva, sin rumbo fijo, viajamos sin sentido de nación, no somos ni izquierda ni derecha, ni socialistas ni capitalistas, ni cultos ni ignorantes, mediocridad en todos lados. El Salvador es un negocio de pocos en detrimento de muchos. Y lo más trágico es que desperdiciamos nuestra inteligencia, porque !vaya que hay talento entre nosotros!, mucho talento y con ello, el mejor capital de nuestra nación

Por ello pienso también que hay esperanzas, pero para que este país cambie, para que nuestra sociedad cambie, es preciso que yo cambie, que tú cambies, que todos cambiemos. Crear dignidad y justicia para este país es tarea de todos, busquemos la justicia en la bondad y marginemos el mal. Que el 2013 nos permita forjar el inicio de un país justo, donde todos, digo todos con énfasis, vivamos en paz, con dignidad y lejos de la pobreza, porque en la pobreza no existe Libertad.

La política no es mala, lo malo son los políticos sin norte social, sin moralidad, sin ética profesional, sin pasión por la igualdad y la solidaridad. Tenemos un largo y doloroso camino que recorrer, nosotros, somos la clave de ese camino, ese debe ser nuestro norte y nuestra guía para crear un mundo, sino feliz, al menos en el que podamos vivir en paz, libertad y justicia, eso sería suficiente para alcanzar un bienestar que propicie la recuperación económica y la salud mental de un pueblo acribillado por la maldad, la corrupción y las estructuras oscuras del poder y del crimen organizado.

Sólo así, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, vivirán plenamente y alcanzarán el éxito que les deseamos con todo nuestro amor y con él, la felicidad que es al final lo que todos buscamos y que es también, lo que les deseo a mis amigos, desde el fondo de mi corazón. Que Dios nos bendiga a todos, en esta época hermosa de bondad, solidaridad que permite aflorar el bien de nuestro espíritu en beneficio de nuestro prójimo. Feliz Navidad, y que el próximo año se cumplan todas nuestras aspiraciones y lleve a este país que tanto he amado por el camino de la reconciliación social y la real paz que tanto añoramos.

LSR

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