sábado, 11 de febrero de 2012

Hablar de ti.

San Salvador, 11 de febrero de 2012.

Hablar de ti.

Quizás no debería escribir tanto sobre ti. Pero debo decirlo todo porque ahora el silencio llena el océano de tu memoria, en donde ni me encuentras, ni haces nada por encontrarme y tu…no dices nada. Y es que no hay nada de que reprocharme, sólo que olvide decirte que te amaba. No es poco por supuesto, pero no sé si merezca este silencio que acalla el canto de los pájaros o el furioso estruendo de la tormenta. Te busco en el silencio oscuro de la noche, quiero recordar el tono de tu voz, el brillo de tu piel, esa piel que formaba dunas suaves en donde, como en un desierto infinito, me perdía días y noches, llegando a encontrar un día el camino del temor reverencial que explica en sus más íntimas expresiones la palabra amor. Pero ya era tarde. Y esa experiencia, te lo confieso ahora, fue aterradora. Saber qué lejos estaba de mi, que ya no eras mía.

Y es que tratando de huir de mi destino, que eres tú, te encontré precisamente en ese camino en el que trataba de evitarte. La vida es así. Del destino querida mía, no se puede huir. Y no es que esté escrito, o que Dios lo quiera, es que nosotros lo escribimos con cada acción que nos encamina a ese encuentro inevitable e ineludible que hace que tú y yo nos encontremos ahora en esta encrucijada, no difícil, ni triste, ni peligrosa, pero sí sorprendente de nuestras vidas. Somos pura magia, de otra manera es inexplicable este Universo plagado de sorpresas, de paradojas que vuelven nuestra existencia una completa perplejidad.

Pero además de magia, este Universo es poesía, no de la que escriben los poetas, sino de la que sin querer o queriendo, pero tan profundamente que no nos damos cuenta que lo hacemos, escribimos los que amamos cada día de nuestra existencia. Una poesía que ilumina, que hace resplandecer los más oscuros días, los más oscuros caminos, porque la vida, al menos eso pienso yo, debería ser poesía, ¿un absurdo?, pero que agradable absurdo, mucho mejor que este absurdo que es esta vida plagada de violencia y engaño, de corrupción y maldad.

Así querida, puedes estar tranquila, gozosa; creo, como te he dicho en ocasiones, que no podría vivir sin ti, no es que me voy a morir, no, y hasta he llegado a pensar que tú no sabrías vivir sin mi, ¿qué significan estas frases tan dramáticas?, significan que vivir la vida no es simplemente gastar las veinticuatro horas de cada día. Eso hacía mi madre antes de morir. Esperar entre sueños y recuerdos el fin. Vivir es saber que cada día nos veremos, que estaremos uno al lado del otro, y que en ocasiones soñaremos, los sueños que a veces se cumplen o hablaremos de cosas que quizás en un futuro que desconocemos serán posibles, vivir es construir aunque sea sueños; vivir es compartir el asombro de las cosas imposibles, de la esperanza de lo bello. Para ello no es necesario que nos movamos de nuestro lugar, ni que estemos en un abrazo infinito; basta con cruzar nuestras miradas que encierran todo lo que se puede decir, mirar en lo profundo del océano negro de tu silencio que ahora llena tu memoria. En ese lugar en el que ahora estoy…silencioso.

LSR

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