domingo, 5 de febrero de 2012

Reflexiones I

San Salvador, 5 de febrero de 2012.

Reflexiones I

Hoy en día, tenemos más información que nunca, mucho más de la que podemos asimilar, de hecho, no la asimilamos o sólo una mínima parte, aun así no reflexionamos sobre ella, no tenemos tiempo y eso, es la profunda, original causa de la confusión espeluznante que domina el mundo actual, del empobrecimiento intelectual, -creemos que basta leer, para comprender y saber- en donde todo parece ser válido y todo parece ser posible, no importa que principios demolamos ni que reglas violemos. La libertad absoluta que hoy se exige en todas partes y en todos los ámbitos de la vida, da origen a este caos imparable y autodestructivo, cuyas repercusiones estamos sufriendo en nuestro diario vivir y que es imposible imaginar a dónde nos llevará.

El ser humano ya no es un ser natural, es más bien un ser cultural, cierto que la evolución genética continúa, somos más altos, vivimos más, pero cuando leo a los griegos y tantos otros filósofos de los tiempos idos, Kant, Hegel, me pregunto si la evolución intelectual ha continuado, si se ha estancado o simplemente ha retrocedido, en relación a nuestro tiempo y lo que deberíamos de saber sobre nosotros mismos en estos instantes. Realmente es tarea de otros no mía, yo simplemente quiero hacer un alto y reflexionar, en la medida de mis capacidades y estudios, sobre este tiempo absurdo, violento y caótico.

El Universo humano real humano cambió cuando surgió el lenguaje, un perro se alegra de vernos, salta y se nos echa encima, pero es incapaz de decirnos que vino Juan a visitarnos, aprende muchas cosas en su vida, trae el palo que le lanzamos, salta sobre un sillón, en fin las mil y una gracias que suelen hacer, pero careciendo de lenguaje no puede transmitirle nada a sus hijos, muere, y a empezar de nuevo de cero.

El lenguaje hablado y escrito es lo que nos diferencia de los primates superiores, pienso que eso es, a veces dudo. Por él acumulamos conocimiento, sabemos del pasado y del futuro, no sé si los animales también, creo que no, sabemos que vamos a morir y esta idea para nosotros es tenebrosa, insoportable, saber de lo absurdo que es crear cosas, gozarlas, enamorarse y amar y saber que lo perderemos con la muerte es realmente espantoso. Entonces para consolarnos, inventamos historias y creamos otros mundos en donde casi sin sentirlo seguiremos viviendo, en otras circunstancias pero siendo nosotros, inventamos cielos e infiernos y vivimos de acuerdo a esas historias, para poder soportar de manera más o menos tranquila el hecho ineludible de nuestro fin, contamos historias para no sentirnos solos, para regular la vida, para compartir el trágico destino de nuestra desaparición, las religiones hacen eso; así, el lenguaje nos permite transmitir conocimiento, paz, seguridad, pero no nos evita la muerte, ni nos aleja del mal ni nos acerca al bien, a los hechos diarios me remito.

Pero el lenguaje también ha dado lo mejor de la humanidad, el lenguaje preserva y difunde el conocimiento, crea la literatura, la poesía que es el lenguaje sublimado, nos permite comunicarnos y hoy somos ya por él y la comunicación digital, la aldea humana que definía McLuhan. Podría, debería ser este mundo el Paraíso, pero insistimos en colocarlo en otro mundo, un error garrafal que nos hace confiar demasiado en lo que realmente no existe más que como especulación y no concentrarnos en este que es.

LSR

No hay comentarios:

Publicar un comentario