martes, 30 de julio de 2013

San Salvador, 30 de julio de 2013.

Los nuevos y falsos héroes.

Muy poco podemos esperar de un mundo en donde la perversión, la corrupción material, y moral sobre todo, dominan la escena de los personajes icónicos de la juventud y de las personas en general.

Naciones aclamando ídolos de barro, corruptos, a veces hasta asesinos, porque cumplen los designios mesiánicos de minorías enardecidas por el odio, la frustración, el resentimiento, algo común en el mundo islámico, en donde sunitas y chiítas viven una guerra infinita, o en países como Corea, Venezuela, etc., en donde el odio a los Estados Unidos aglutina millones en estados militarizados, que oprimen en la pobreza a pueblos o países en donde los obsoletos conceptos de izquierda y derecha, han polarizado las sociedades, creando una lucha estéril que eterniza la pobreza y el odio de clases, desaprovechando los ingentes recursos de territorios riquísimos, que en nada benefician a los pueblos que son sus legítimos dueños.

El mundo realmente no es lugar cómodo en estos inicios del Siglo XXI, guerras en todas partes, guerras políticas, religiosas, por drogas, por el simple poder; raciales como las africanas o afganas y por último, guerras económicas que están empobreciendo cada vez más a las clases medias trabajadores de medio mundo. Los señores de la guerra son ahora los señores de la economía, que a través de sofisticados medios nublan nuestra inteligencia y nos lanzan al consumismo aberrante, necesario para que la insana economía mundial, con su carga maligna y explotadora, florezca. La espada se ha convertido en tarjeta de crédito que mata miles de ciudadanos cuando los lanza a la pobreza por causa el mal uso de las mismas, azuzados por la propaganda masiva, orientada al consumismo sin medida.

Parece una película de ciencia ficción o quizás un cumplimiento de las profecías sociales de Aldous Huxley, en su Mundo Feliz o George Orwell en su 1984 o quizás de Ray Bradbury en Farenheit 400. Pero lo cierto es que las últimas noticias sobre el espionaje mundial no presagian nada bueno. Somos espiados, escudriñados en nuestros gustos, nuestras ideas, en nuestras tendencias ideológicas, nuestro grado cultural, en fin, poco a poco nos estamos convirtiendo, como los ratones de Skinner, en sujetos de laboratorio. El futuro desde esta perspectiva se percibe ominoso, somos nada más identidades digitales manipulables y por ello dirigibles a ciertos objetivos políticos y económicos.

Es así como se nos ofrecen ídolos malignos, ordinarios, borrachos, drogadictos, ladrones, aberrados sexuales, carentes de cualquier moral, ignorantes de la virtud, desbocados hedonistas que sólo buscan el placer desenfrenado que conduce a la degeneración, al suicido, voluntario o involuntario, es decir a la muerte por excesos.

La mayoría de los músicos, artistas de cine, entran en esta categoría de ídolos que ejercen una tremenda mala influencia en la juventud. Pero que en una promoción, perfectamente orquestada, desde los centros del poder económico, nos los presentan como el modelo a seguir, para alcanzar la fama y con ella la felicidad.

Al final, viene otros héroes, los más patéticos de todos. Se creen la muerte y no llegan a resfriado. Los héroes políticos, autoinventados, los que salvan países. Me recuerdan la historia de Chantecler de Rostand. Que era un gallito, como muchos políticos de cualquier país, que creía que el sol salía porque él cantaba, un día se despertó y vio que el sol brillaba en todo su esplendor, y dándose cuenta de su error y su ridícula pretensión, se suicidó. Yo no pido tanto para estos y los héroes anteriores, pero sería conveniente que desaparecieran. Nada más. El mundo iría mejor sin ellos. Si en El Salvador desapareciese un día la mitad de diputados, no creo que alguien se diese cuenta, ni se notase su falta, ni el país sería un caos. No pasaría nada. Y hasta les seguirían pagando, como dice mi hijo Diego.

LSR

1 comentario:

  1. Saludos Arquitecto Luis Salazar Retana!!! sus escritos son para mi un caudal de filosofia!!! saludos!!!

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