sábado, 28 de enero de 2012

El único Universo posible.

San Salvador, 28 de enero de 2012.

El único Universo posible.

Lo que pudo haber sido y lo que ha sido
Tienden a un solo fin, presente siempre.
T.S. Eliot.

Nuestras palabras son magia, siempre lo han sido; borran la realidad y nos sumergen en el claro y muy concreto sueño de nuestras vidas, dislocadas por el trágico destino de nuestras existencias reales. No pudimos, no podemos, y creo que jamás podremos estar juntos. Pero estamos muy cerca, tan cerca que creo que no es necesario más y que es lo que realmente hace que esta relación pueda ser eterna, en ese relativo modo en que tú y yo tomamos la eternidad. En ese extraño sueño tan real y tan cierto, el amor es. Y eso es lo que importa.

Recuerdo los días lejanos en que construíamos nuestros sueños. Fabricamos un Universo entero, la ciudad donde viviríamos, las personas que poblarían ese mundo y las circunstancias de cada uno de ellos; éramos dioses recreando el Génesis, diseñamos con especial cuidado, el cielo que contemplaríamos con estrellas de nombres que sólo nosotros conocemos y constelaciones de geometría caprichosa pero alucinante, alegre y colorida, dinámica y acariciadora; inventamos el silencio que lo dice todo y lo oculta todo, llegamos hasta la última frontera, bordando con estrellas y galaxias hasta el límite de ese Universo personal e infinito, me acuerdo que, en algunas ocasiones, casi caímos en el abismo de la nada por causa de nuestro entusiasmo creativo, pero en un acto de magia inimaginable, retornábamos siempre al vórtice seguro de nuestra creación, al centro de nuestras ideas de donde partían las fantasías que al final se volvieron inalcanzables. Pero era el único Universo posible, eso lo sabemos hoy, fuera ya de aquellos sueños nunca realizados, en esta realidad escondida en la realidad, tratamos, como entonces, de construir un Universo similar, pero no sé si el tiempo nos alcance, si el tiempo me alcance.

Aunque parezca paradójico, este Universo más fantasioso, más imaginado, es más real que el anterior que se diluyó en la conciencia de Dios, porque éste, no abarca el total sistema de nuestras vidas, sino una parte que queda fuera del alcance de nuestra realidad ordinaria, donde nuestras dos realidades se intersecan, formando una especie de almendra, esa “mandorla mistica”, del medioevo, que simbolizaba el reino de Dios, esa parte, pequeña pero sagrada, es nuestro Universo, más reducido, pero con reglas más definidas aunque los límites mismos los desconocemos, porque nosotros los imponemos y no sabemos aún hasta donde habremos de llegar. Me gustaría hablarle a Kafka de este Universo, pero como bien sabes, no es ya posible aunque realmente no lo sé.

En este otoño hermoso de mi vida, la luz ha llegado por fin al centro de mi alma, tú eres el foco desde el cual me llega cegadora, resplandeciente pero acariciadora, y rompe con músicas celestiales, las tinieblas de mis antiguas obsesiones, de mis ansiedades y me sumerge en el océano infinito de la calma y el amor, de los placeres que están más allá de la carne, en ese océano vestibular que nos muestra la oscura y definitiva soledad del Universo de la muerte, que aniquila todas nuestras apetencias. Sin embargo, incansables, seguimos construyendo nuestro mundo. Eres mi verdad.

LSR

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