miércoles, 18 de diciembre de 2013

San Salvador, 17 de diciembre de 2013.

Feliz futuro.

2013 no ha sido un buen año, tampoco malo; los salvadoreños tenemos recuerdos encontrados de un año frustrante y confuso, un año que difícilmente nos permite atisbar en nuestro futuro, pero creo en la bondad y el amor y eso es bastante para confiar. Cuando enfermé me deslumbró una Iluminación que no esperaba, mi Dios me dio tiempo extra, he hecho y haré lo que tengo que hacer y escribir para corresponderle. Ese Dios que a algunos les parece extraño, pero que a mi me reconforta y me impulsa a ser mejor.

Mis amores, mi familia están conmigo, sobre todo su esencia; mi espíritu está fuerte y mi alma en paz, Dios me ha dado en esta vida todo, bienes materiales, espirituales, intelectuales, quizás más de lo que merezco, Él sabrá por qué; me ha librado de los apegos, esto es una bendición invaluable, pues las posesiones nos atan a las circunstancias de la vida creando vínculos que distorsionan nuestra visión de la realidad y nos roban la libertad, hoy, que de ciudadanos nos hemos convertido en consumidores, liberarse de los apegos es fundamental para encontrar la felicidad y la libertad. Mi vida es ahora hermosa, no importa la enfermedad, todo lo que amo está a mi alrededor, mis libros, mi arte, me hacen compañía, mi esposa está siempre a mi lado y mis hijos están bien, ¡qué más puedo pedir a la vida!

Esta tierra que tanto he amado, amo y amaré, por el contrario, viaja a la deriva, mal dirigida y peor cuidada, perdida, sin rumbo fijo, viajamos sin sentido de nación, no somos ni izquierda ni derecha, ni socialistas ni capitalistas, ni cultos ni ignorantes, mediocridad en todos lados, pero especialmente en el gobierno, no sólo en éste. El Salvador es un negocio de pocos en detrimento de muchos. Y lo más trágico es que desperdiciamos nuestra inteligencia, porque !vaya que hay talento entre nosotros!, mucho talento. Jóvenes de gran creatividad que no tienen oportunidad de expresarse, de demostrar su frescas ideas necesarias para transformar este desangrado país, víctima de la injusticia, del crimen organizado, del mal en toda su perversidad. En ellos, en la conciencia nueva de ciudadanos vigorosos que no comprenden por qué este país no puede cambiar. En ellos deposito mi esperanza y con Stéphane Hessel, los insto a indignarse y empezar acciones para cambiar este país hundido en la miseria, en el desorden, en la desgracia de los partidos políticos. Hacer brillar las ideas de justicia real, real libertad, de progreso humano. Los invito a rebelarse contra el consumismo, volver a la cordura; años difíciles nos esperan, pero el sacrificio y el esfuerzo valdrán la pena, si al final eliminamos esta corrupta clase política y creamos un proyecto de nación justo y viable.

Por ellos pienso también que hay esperanzas, pero debemos de actuar con la conciencia clara de que además de resolver nuestros problemas personales, debemos de servir al país, no servirnos de él como los actuales gobernantes, que despilfarran nuestro dinero en lujos y banalidades. No podemos reclamar a la patria si no aportamos nada, no podemos ser mejores como sociedad, como nación, si cada uno de nosotros no es mejor y contribuye con su grano de arena haciendo cada quien lo que le corresponde, de la mejor y más honrada manera posible, para la consecución de un país transparente y justo en donde podamos vivir con Dignidad y con Libertad, para ello es necesario luchar contra el sistema caduco que nos mantiene esclavizados a unos gobiernos, que han demostrado hasta la saciedad, su absoluta ineficacia.

Sólo así nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, vivirán plenamente y alcanzarán el éxito que les deseamos con todo nuestro amor y con el éxito, la felicidad que es lo que todos buscamos y que es también lo que le deseo a mi pueblo, a mis amigos, desde el fondo de mi corazón. Que mi Dios nos bendiga a todos.

Luis Salazar Retana.

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