martes, 3 de diciembre de 2013


San Salvador, 28 de noviembre de 2013.


Estoy harto, estoy cansado.
A la manera de Bill Cosby.

Porque a él le escuché algo como esto, que a mi me sucede. Tengo setenta años y estoy cansado de los religiosos estridentes, gritones, escandalosos, estoy cansado de tanto traficante de Dios que engaña y manipula a la gente con el cielo y el infierno; cansado de que se tenga que dar explicaciones a los homosexuales, lesbianas y transexuales como si fueran ellos lo mejor del mundo, en todo caso, iguales a cualquier grupo, sin privilegios especiales, como cualquier minoría. Cansado de la falsa gramática de género y otros absurdos idiomáticos. De que la izquierda es virginal y celestial que nunca ha hecho nada y que la derecha es una mierda y que todos son unos corruptos, conozco gente buena y decente en ambos lados, gentes que creen en lo que hacen sin distingos políticos, que piensan en El Salvador.

Harto de oír que la medicina cubana es extraordinaria, no cabrían los enfermos del mundo en la isla, miren lo que le pasó Chávez, quizás aquí le hubiera ido mejor, sé lo que digo, padezco de cáncer desde hace casi cinco años y me han mantenido aquí excelentes médicos salvadoreños y he visto en el hospital que me atiende, gente de Centroamérica, México y Suramérica. Estoy cansado de la prepotencia del presidente, de los políticos, de los que se reeligen, de los dictadores y presidentes populistas y crueles del mundo; estoy harto de la asamblea constituyente, así con minúscula, estoy cansado de los diputados y sus turbiedades, de su falta de ética y de sus sinvergüenzadas, de sus salarios, de sus guardaespaldas, de sus carros de lujo, de sus bonos, de su falta de real compromiso con el pueblo necesitado de este país, de la corrupción de este país; cansado de las maras criminales, de los buses y sus eternos abusos que nadie detiene ni tiene intención de hacerlo; de las trabazones de los trabajos de propaganda Estoy cansado de Roque Dalton y sus leyendas, algo bueno hizo, pero genio, ni de lejos. Estoy cansado de los que andan de partido en partido, donde mejor les pagan, personas de alquiler, baratas y desechables; estoy harto de la traición, de la falta de seriedad, compromiso, de los políticos y partidos políticos.

Cansado de todos de los bancos y comercios leoninos y ladrones, de los que venden armas, de los que venden drogas, de los violadores, de los asesinos; estoy harto de la derecha sin escrúpulos, ofensiva, insensible e insolidaria. Estoy cansado de que se violen las leyes a cada instante y decepcionado de que no se haga nada al respecto. Estoy cansado de ver que los hospitales no tienen medicinas, que no hay médicos amables, que en el Seguro tratan a los pacientes con negligencia y hasta ofensivamente.Y cansado de ver que no se hace nada. Estoy hastiado de todo este desorden, incompetencia y falta de virtud.

Estoy realmente agotado. Harto, decepcionado que un medio extraordinario como Internet, se haya convertido en un instrumento de espionaje de las grandes potencias que violan cada segundo la privacidad del Universo, y después quieren meter preso a los que los descubren o cobrar multas millonarias al que baja una canción, un libro. Qué vergüenza. Estoy harto de las transnacionales que mandan más que los gobiernos, que compran funcionarios y países, y nos envuelven en la insania del consumismo alienante. Estoy agotado, realmente cansado de las mentiras de los políticos de todo el mundo, pero especialmente de este país, desangrado, engañado, estafado por ambos bandos dominantes, sometidos a las peores mentiras y manipulaciones, en donde izquierda y derecha son un núcleo de millonarios que controlan a su antojo el país, alejados de la democracia, de la justicia y de la paz, mientras el pueblo se debate entre la pobreza y la desesperación.

Que Dios nos proteja de todo mal y nos libre de estos modernos filibusteros, traficantes de Dios, de drogas y seres humanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario