martes, 20 de agosto de 2013

San Salvador, 20 de agosto de 2013.

La estructura de la realidad II

La estructura de la realidad como dije es ampliamente subjetiva. Pero es en alguna medida comparable al mundo objetivo, tenemos parámetros que son, la opinión pública, la historia, el estudio de los fenómenos sociales, en fin hay un amplio número de elementos a los cuales contraponer nuestra personal percepción de la realidad y deducir de ello nuestra relativa verdad.

Por ejemplo, si buscamos los indicadores internacionales sobre PIB, sobre ingresos per cápita, sobre desarrollo social, nuestro sistema educativo, alfabetismo, sistema de salud, etc., podemos formarnos una idea de lo que es nuestro país estadísticamente. En todos esos aspectos estamos realmente muy atrasados, sabemos que somos un país pobre, muy pobre; pocos ingresos, sistema educativo primitivo y poco evolucionado, ninguna investigación, cero enseñanza tecnológica de vanguardia, sí de otro tipo, mecánica, electrónica fundamental y otras menos vanguardistas; economía industrial casi en estado de parálisis, poca creación de fuentes de trabajo, altísimos niveles de inseguridad ciudadana, violencia generalizada, etc., etc., etc.

Una visión pesimista, sí y estoy muy consciente de ello. Pero me servirá para establecer contrastes entre ciertas situaciones paradójicas y absurdas de nuestra realidad, tal y como la percibo. Repito es mi percepción y puedo estar perfectamente equivocado.

Son desconcertantes, por ejemplo, los privilegios de la clase gobernante, si tomamos en cuenta que somos un país muy, muy pobre. Automóviles de gran lujo para ministros, diputados y otros funcionarios. ¿Por qué de gran lujo?, me parece que el estado, nosotros quienes realmente pagamos, podríamos excedernos y permitirles treinta mil dólares para los automóviles de sus señorías. El salario mínimo para la industria y servicios es de 224,21 dólares es decir un vehículo de 30.000 dólares costaría el equivalente a 133,8 salarios mínimos el mejor de la república porque un recolector de café gana apenas 114,7. 133,8 salarios mínimos significan 11,5 años de trabajo de un trabajador salvadoreño. Pero resulta que muchos vehículos no cuestan eso son de gran lujo cuestan más del doble o sea unos 23 años de trabajo de un salvadoreño común y corriente. ¿Es necesario este sacrilegio en este pobre país?, si alguien quiere gran lujo, que lo pague con su dinero no con el nuestro.

A todo eso hay que añadir gasolina, chofer, el Pick-Up de los guardaespaldas y su gasolina, el otro chofer, los guardaespaldas, etc., etc. Quizás llegamos a los 30 años de trabajo de un salvadoreño común y corriente. Si incluimos los viajes al extranjero y sus respectivos viáticos, con ello tal vez llegamos al medio siglo de trabajo de un salvadoreño común y corriente. Pero muchos no llegan a esa edad por lo peligroso y demandante que es su trabajo, como los que trabajan en las calles, regando venenos, etc. ¡Y todo esto sin tomar en cuenta el salario de sus señorías!

Esto es algo que verdaderamente nos deja estupefactos, es increíble, pero cierto. Y todavía algunos piensan que ganan muy poco.

No se trata de sí yo tengo la razón o la derecha o la izquierda, sino de si entre todos podemos tener un mejor país, digno y justo; la radicalización, no permite la colaboración intelectual, el intercambio de ideas. No sé que parte de la globalización está ya con nosotros, pero deberíamos integrarnos a esa conversación universal que busca la democracia, la libertad, la transparencia, la justicia. Cuando uno ve ese despilfarro ofensivo para la clase trabajadora, esa inconsciencia derrochadora, me pregunto si nuestros políticos saben lo que es amar su país. Les dejo una cita de Tony Judt, filósofo, historiador, profesor universitario universal.

"Necesitamos leyes nuevas, sistemas electorales distintos, restricciones a los grupos de presión (o de poder) y a la financiación de los partidos; debemos dar más (o menos) autoridad al ejecutivo y hallar la forma de que las autoridades, elegidas o no, escuchen y respondan a quienes son su base y les pagan: nosotros."



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